Ante el avance de los casos de Gripe A que se conocen en el país y que han afectado a Entre Ríos, ocasionando la muerte de algunos pacientes es que el Lic. Walter Galarza, Director de Educación de Gestión Privada del CGE, dio a conocer la Circular N° 3/16 que establece:
– Toda determinación deberá ser tomada previa confirmación con certificado médico presentado en la institución.
– La institución, una vez confirmado el caso, deberá dar intervención a Salud Pública local para solicitar asesoramiento ante la situación.
– La suspensión, o no, de clases se hará con intervención y autorización previa del Director de Educación de Gestión Privada.
– Se recuerda que no en todos los casos se recomienda la suspensión de clases para toda la institución.
– La acción de fumigar no es lo más recomendable en estos casos, sí la ventilación y desinfección de áreas.
Recordemos que la pandemia de gripe es un brote de enfermedad a escala mundial que se origina cuando un nuevo virus de la gripe aparece o “surge” en la población humana, produce la enfermedad, y luego se transmite fácilmente de persona a persona en todo el mundo. El virus pandémico H1N1 comenzó a circular en la Argentina en mayo de 2009.
Al igual que la gripe estacional o común, la gripe A H1N1 comienza habitualmente en forma brusca y los síntomas más frecuentes son: Fiebre alta, tos seca, dolores de cabeza, dolores musculares, decaimiento intenso, dolor de garganta. Las complicaciones más temidas son la neumonía.
El virus de la gripe se transmite de persona a persona a través de las gotitas respiratorias de la tos y el estornudo. También si una persona toca algún elemento que contenga el virus y luego toca su nariz o boca. Es un virus de fácil diseminación y la persona contagia hasta 7 días después de iniciado los síntomas.
Como medidas preventivas es necesario:
Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
Limpiar las superficies, teléfonos, computadoras, televisores, etc., con lavandina diluída.
No compartir cubiertos ni vasos.
Enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar.
El uso de barbijos no previene el contagio en la calle ni en los transportes públicos. Sólo deben ser usados por enfermos y personal de salud a cargo de la atención de pacientes.