200 años de la firma del Tratado de Pilar

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Con motivo de los 200 años del Tratado del Pilar, SADOP Entre Ríos facilita esta breve recopilación histórica elaborada por la Licenciada en Historia Paola Lucía Völker, Secretaria de Educación y Cultura del SADOP Entre Ríos, que destaca la visión del supremo entrerriano Francisco Ramírez. Un hecho que fuera piedra fundamental del sistema republicano y federal para nuestro país.


El 25 de mayo de 1819 la ciudad de Buenos Aires jura la constitución sancionada por el Congreso Nacional. Instrumento jurídico de fuerte matriz aristocrático, impone un régimen unitario de gobierno y abre perspectivas al establecimiento de una monarquía.

Ante el fracaso de su política interna, Pueyrredón renuncia al Directorio. Ocupa su lugar José Rondeau, quien inmediatamente procura un acuerdo con Artigas. El caudillo oriental quería llevar la guerra a los portugueses. Su plan estratégico abarcaba un movimiento de la vanguardia al mando de Fructuoso Rivera y el ataque frontal al Directorio por las fuerzas unidas del santafecino Estanislao López y de las de su lugarteniente Francisco Ramírez.

Como no se lo escucha, Artigas desencadena la guerra. Con buen éxito la inicia Estanislao López. Ramírez cruza el Paraná y se reúne con López. Con quinientos hombres marcha a vanguardia camino a Buenos Aires.

Ramírez y López aclaran: “Su excelencia el general Artigas, por el clamor de los pueblos, nos manda a exigir al Directorio, la declaratoria de guerra contra los portugueses que ocupan la Banda Oriental, y el establecimiento de un gobierno elegido por la voluntad de las provincias, que administre por base el sistema de federación, por el que han suspirado todos los pueblos desde el principio de la revolución”.

Ante posibles negociaciones de paz, Ramírez le confía a Artigas “… no admitiré otra que la que tenga por base la declaración de guerra al rey D. Juan, como vuestra excelencia quiere y manifiesta en su oficio ultimo”.

Por manos de su lugarteniente, el caudillo oriental remite ultimátum al Congreso y al Directorio y notas a los jefes de los ejércitos del Norte y de los Andes. Expresa a aquel cuerpo legislativo: “Merezca o no Vuestra soberanía la confianza de los pueblos que representa es al menos indudable que Vuestra Soberanía debe celar los intereses de la Nación. Esta representa contra la pérfida coalición de la corte del Brasil y de la administración Directorial”.

Continua: “Los pueblos revestidos de dignidad están alarmados por la seguridad de sus intereses y los de América. Vuestra Soberanía decida con presteza. Yo por mi parte estoy resuelto a proteger la justicia de aquellos esfuerzos. La sangre americana en cuatro años ha corrido sin la menor consideración: al presente Vuestra Soberanía debe economizarla, sino quiere ser responsable de sus consecuencias ante la soberanía de los pueblos”.

Al general San Martin le manifiesta: “Queda en manos de Vuestra Excelencia la resolucion del problema”. Y al jefe del ejército del Norte: “Vuestra Señoria al mando de esas fuerzas espero quiera emplearlas solamente contra los enemigos comunes”.

Rondeau llama en su apoyo a ambos ejércitos. San Martín desacata la orden y no participa en la disputa civil.

El 1 de febrero los jefes federales triunfan sobre el ejército centralista en la cañada de Cepeda. “En menos de un minuto – se lee en el parte de Ramirez- fue dispersada toda su cabelleria…”.

La batalla determina la caída del régimen directorial y el desahucio definitivo de toda tentativa monárquica. Viene enseguida el estrepitoso final de las dos entidades acusadas de alta traición. Conforme a las órdenes impartidas por artigas, Ramírez exige la formación de un poder nuevo, con el cual negociar.

Finalmente, se extinguen el Congreso y el Directorio.

El Cabildo asume el poder, pero Ramírez desconoce su autoridad y exige la formación de un nuevo gobierno elegido libremente. Por sus indicaciones surge la junta de representantes, la que nombra gobernador interino a Manuel de Sarratea. Nace así la provincia de Buenos Aires como entidad autónoma de derecho público.

El tratado del Pilar, suscripto el 23 de febrero de 1820 por Ramírez, López y Sarratea asienta el triunfo del federalismo republicano, mas elude declarar la guerra a los portugueses.

Hace 200 años el general Francisco Ramírez, por Entre Ríos, firmaba junto a Estanislao López, por Santa Fe, y Manuel de Sarratea, por Buenos Aires, el #TratadoDelPilar, un documento constitutivo del sistema democrático, republicano y federal de la Argentina.

Luego del triunfo de Entre Ríos y Santa Fé sobre Buenos Aires en Cepeda, el 1º de febrero de 1820, el Tratado del Pilar fue el fin de las pretensiones directorales y de las teorías monárquicas de las elites porteñas, en favor del federalismo de las provincias del litoral.

Cepeda y Pilar conllevan el protagonismo de las grandes mayorías en la definición del tipo de gobierno para el país. Pero también representan los primeros y más importantes momentos de Entre Ríos en el plano nacional, con el general Ramírez al frente.

Monumento al Tratado del Pilar, Concepción del Uruguay

Fuente bibliográfica: Bosch, Beatriz (1978). “Historia de Entre Ríos 1520- 1969”. Editorial Plus Ultra, Buenos Aires.